Se ha aprobado una variedad de nuevas leyes, incluidas leyes que prohíben la discriminación y castigan los delitos motivados por prejuicios homofóbicos, que reconocen las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y que facilitan a las personas transgénero la obtención de documentos oficiales que reflejen su género preferido.
Desde principios del decenio de 1990 los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas han expresado en repetidas ocasiones su inquietud ante las formas frecuentes y extremas de violación de los derechos humanos de las personas LGBT. Entre esos mecanismos se cuentan los órganos establecidos en virtud de tratados encargados de vigilar el cumplimiento por los Estados de los tratados internacionales de derechos humanos, así como los relatores especiales y demás expertos independientes nombrados por el
Consejo de Derechos Humanos encargados de investigar problemas urgentes en materia de derechos humanos y de presentar informes al respecto.
En 2010, en un discurso histórico sobre la igualdad de las personas lesbianas, gay, bisexual y transgénero (LGBT) pronunciado en Nueva York, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon pidió que se adoptaran medidas contra la violencia y la discriminación de que eran objeto las personas LGBT: “Como hombres y mujeres de conciencia, rechazamos la discriminación en general y en particular la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género. (...) donde existan tensiones entre las actitudes culturales y los derechos humanos universales, los derechos deben prevalecer”.
